"La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin respiración".



Y yo pensé que las cosas duraban más, eso de que las cosas nunca duran para siempre fue un cuento que nunca quise creer. En lo más profundo de mi ser, repetí una y otra vez que no acabaría, que duraría siempre, que el sol nunca se pondría.
En ese momento el sol cambió por la luna, y no hubo ni un pequeño ápice de luz.
Y ahi me quedé, pensando que nos habiamos mudado más al norte, donde los días duran seis meses..




Ójala alguno de mis días durara seis meses... sería bastante práctico y conveniente, sobre todo ahora.. :)


This entry was posted on 21:23 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios ( Dime algo!! ):